El 2022 fue el octavo año más seco de toda la historia. Y en el primer trimestre del 2023 no se esperan mejoras en las temperaturas, acrecentando las condiciones de sequía en la región. ¿Cuáles son las consecuencias de esta gran sequía? ¿Qué es el fenómeno de La Niña? ¿Qué tanto influye el cambio climático? Conoce todo en esta nota.
Según el Sistema de Información Sobre Sequías para el Sur de Sudamérica, casi el 55% de la superficie de Argentina se encuentra afectada por la sequía más grande en toda la historia. El fenómeno de La Niña, que se desarrolló durante el año 2022, generó que el año pasado sea el octavo más seco de toda la historia.
Según un informe del Servicio Meteorológico Nacional, las sequías fueron más graves en el Litoral y la región pampeana. Y todo indica que el primer trimestre de 2023 seguirá con altas temperaturas, lo cual derivará en la desaparición del caudal de los arroyos y ríos o incendios forestales.
De hecho, hace días se conoció que, en Chaco, una tormenta de tierra afectó a varias localidades de la provincia con grandes nubes de polvo que invadieron la zona. Hasta los vecinos de la zona declararon que “se hizo de noche” en pleno día de la cantidad de polvo.
Gancedo, a menos de 400 kilómetros de Resistencia, fue uno de los lugares más afectados y en otras localidades hay alerta meteorológica. El fenómeno se originó debido al ingreso de frente de frío desde el sur en medio de altas temperaturas, de más de 40°.
La sequía también afectó el norte y noreste de Buenos Aires, sur de Santa Fe y parte de Córdoba y Santiago del Estero.
Consecuencias en los cultivos
Las sequías no solo impactan en la población y en las condiciones climáticas, si no que están directamente relacionadas a la producción y a los cultivos. El maíz ya es uno de los cereales más comprometidos y ya se habla de “drama maicero”.
El documento de la Bolsa rosarina señaló que “80.000 hectáreas de maíz temprano en la zona núcleo pampeana ya se cuentan con pérdida total. En tanto, el 75% del cereal temprano sobreviviente está de regular a malo y tendrá rendimientos muy inferiores a los potenciales”.
¿Qué es el fenómeno de La Niña?
La Niña deviene del evento meteorológico El Niño. Ambos son las dos fases opuestas de un mismo patrón meteorológico: El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que es un fenómeno natural en el que la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial presenta anomalías. Estas tienen consecuencias importantes para el clima alrededor del planeta.
Según Naciones Unidas, La Niña se produce por “un enfriamiento a gran escala de la superficie oceánica de la parte central y oriental en la región ecuatorial del Océano Pacifico, unido a cambios en la circulación atmosférica tropical, es decir, vientos, presión y precipitaciones”.
En otras palabras, El Niño es la fase cálida del fenómeno natural, y suele aparecer primero. Y en el fenómeno de La Niña, lo que ocurre es lo contrario: las aguas oceánicas están más frías de lo habitual, lo cual afecta a las precipitaciones causando, en el hemisferio sur global, sequías.
A fines del 2022, la Organización Meteorológica Mundial indicó que es probable que el fenómeno de La Niña dure hasta el final del verano en el hemisferio sur, afectando la temperatura y las precipitaciones, agravando las sequías y las inundaciones en distintas partes del mundo.
Es la primera vez en este siglo que hay un»episodio triple» de La Niña.
¿Cambio climático: agravan estos sucesos naturales?
La ONU aclara que el ENOS no es causado por el cambio climático, sino que es “un fenómeno natural recurrente que ha estado ocurriendo durante miles de años”.
Sin embargo, el organismo reconoce que «algunos científicos creen que El Niño y La Niña pueden volverse más intensos o más frecuentes como resultado del cambio climático”. Continuarán investigando por separado las variaciones en el clima y las acciones humanas, y su interrelación para determinar cómo una afecta a la otra.
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