Ya se encuentra disponible la segunda carta del newsletter «CARTAS X CRONISTA MILLENNIAL».
Hola comunidad crónica. ¿Cómo están?
Gracias por seguir del otro lado y los bellos comentarios sobre la primera carta. Este es un espacio muy valioso para mí.
Les prometí cartas honestas y eso es lo que les voy a brindar. Hoy quería hablar del camino para lograr metas que nos proponemos. Y de algo que siento que es como el lado b de cumplir esos sueños: la autoexigencia.
Debo confesar que soy una persona bastante autoexigente. Y eso es algo de lo que no reniego porque siento que es lo que me lleva tipo motorcito propio a ponerme metas, imaginarme horizontes.
Pero creo existen dos problemas en este sendero:
- El primero es el riesgo a perdernos en los espejitos de colores sin valorar todo lo que construimos en el medio.
- Y el segundo: no hacer nada por miedo a arriesgarnos.
Así que me gustaría compartirles un antídoto ante estos posibles escenarios. Una especie de superpoder contra la exigencia: HACERLO IGUAL.
Hacer como se pueda, como nos salga. Pero no dejar de hacer.
No permitir que la exigencia sea una traba a no hacer eso que soñamos. Porque cuando hacemos lo que nos apasiona, eso nos llena de energía.
Eso si, hacer, pero sin perdernos en el camino.
Correr detrás de la zanahoria, pero disfrutando de nuestro propio jardín.
Espero que les sirva
Con amor,
Agustina
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