El derecho al aborto en la población latina de Estados Unidos
El derecho al aborto en Estados Unidos volvió a posicionarse como un tema central de debate, tras la derogación del fallo Roe vs. Wade en 2022. Esto significó un retroceso en el acceso a derechos sexuales y reproductivos. Impactó mayormente en la población latina: de 30 millones de mujeres de dicha población, el 42% reside en estados con leyes restrictivas en cuanto al aborto.
En este contexto, Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos y será el próximo presidente. Los derechos sexuales reproductivos, ya en retroceso, ahora están en riesgo.
El mapa del aborto en EEUU
En el país, 13 de los 50 estados han impuesto prohibiciones totales sobre el aborto. En contraste, en los estados donde el aborto es legal se observó un aumento del 11% en los procedimientos desde 2020, con un promedio de 88.500 abortos mensuales. En los lugares donde más aumentó el aborto, es en los estados que lo tienen completamente legalizado y están cerca de estados que lo prohíben.
El caso de Nuevo México
Se trata de un caso destacado ya que reportó un incremento del 256% en interrupciones del embarazo. Este aumento refleja cómo las restricciones en ciertos estados empujan a las personas gestantes a realizar «viajes interestatales» para acceder a servicios de salud reproductiva. Sin embargo, no todas las personas están en condiciones económicas o personales para moverse de un estado a otro.
Según Alejandra Soto, Directora de Comunicaciones de Planned Parenthood, sólo quienes cuentan con recursos económicos o cobertura médica pueden acceder a estos servicios. “Hay personas ya de por sí que enfrentan barreras al sistema de salud y encima le ponen la presión de tomar decisiones importantes. La gente con menos dinero seguramente se enfrente a más riesgos o a un embarazo contra su voluntad: una maternidad forzada. Y dentro de este grupo, hay un montón de personas latinoamericanas”, sostuvo.
El famoso fallo Roe vs. Wade
La mayor parte de la población latina, según la División de Población de la Oficina del Censo de EE.UU, se encuentra en California y Texas. En este último estado, en 1973, se marcó un antes y un después en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos con el fallo Roe versus Wade, emitido por la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Este hito judicial estableció al aborto como un derecho constitucional, tras la demanda de Nora McCorney, más conocida como Jane Roe. Nora vivía en Dallas, cuando en 1969 quedó embarazada producto de una violación. Estados Unidos prohibía el aborto, pero Texas era uno de los estados en el que sólo se podía interrumpir un embarazo por ese causal. Sin embargo, el fiscal Wade -de acá nace el nombre Roe versus Wade-, no se lo permitió.
La batalla judicial atravesó varias instancias, Jane Roe tuvo a su hija pero siguió peleando por el derecho a decidir. La causa llegó a manos de la Corte Suprema y en 1973 determinó que la decisión de interrumpir un embarazo se encuentra dentro del ámbito del derecho a la privacidad. Por lo tanto, el aborto se legalizaba en todo el país. Roe versus Wade generó un intenso debate social y político, sentando las bases para posteriores conflictos legales y legislativos sobre los derechos reproductivos.
La derogación del fallo
“Bastará una crisis económica, política o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos nunca se dan por adquiridos. Debes permanecer atenta durante toda tu vida”, decía Simone de Beauvoir. Y cuánta razón tiene. En 2022, tras un intenso debate social, se derogó el fallo Roe versus Wade. El origen de este retroceso se encuentra en el Dobbs: en este caso, la corte analizó la constitucionalidad de una ley de Mississippi que prohibía la mayoría de los abortos, después de 15 semanas de gestación. Esta decisión estableció que los estados tenían la autoridad de regular o prohibir el aborto. Y Texas fue uno de los primeros.
Esto no solo afecta a quienes buscan atención médica, sino que ha desencadenado una crisis de salud pública. Desde la implementación de esta restricción, la mortalidad materna ha aumentado un 56%, revelando el costo humano y social de la negación de derechos fundamentales.
Xochitl Oseguera, vicepresidenta de MomsRising, señaló que 6 de cada 10 personas que obtienen o buscan un aborto en Estados Unidos ya son madres. “Van a poner en riesgo la vida de muchas madres, que lo único que quieren es tener el derecho de decidir”, sentenció.
Pero esto no es el único impacto en Texas: el cierre de clínicas de salud sexual y reproductiva es otro de los impactos. La amenaza de demandas contra médicos por realizar abortos, generó lo que Xochilt define como una “fuga de doctores” en estados como Texas ya que “ni siquiera hay ginecólogos” que puedan brindar una atención básica en la salud sexual.
El rol de la telemedicina
Ante esta situación, la telemedicina emerge como una alternativa vital, ofreciendo la posibilidad de realizar abortos con medicamentos por correo. Esta modalidad ha sido adoptada por clínicas virtuales, que adaptaron sus servicios para que más personas puedan acceder, especialmente para aquellas personas que residen en áreas rurales o que no podrían desplazarse a una clínica
Amparos judiciales y vacíos legales
En numerosos estados, donde la restricción o prohibición del aborto se instauró como una nueva norma, han surgido amparos judiciales que, en ocasiones, lograron frenar temporalmente la aplicación de tales medidas restrictivas.
Sin embargo, se dio lugar a una realidad compleja, donde coexisten las decisiones judiciales que buscan proteger derechos fundamentales con la incertidumbre de un vacío legal en el ámbito médico. Las y los profesionales de la salud, ante una hemorragia o una situación que pueda requerir un aborto, se ven atrapados en una encrucijada: por un lado, el imperativo de proporcionar atención médica adecuada y, por otro, el miedo a ser objeto de demandas por ejercer su oficio en un contexto legal incierto.
Alejandra Soto, expresó al respecto: ““El doctor se siente de manos atadas porque quizás considera que, bajo su criterio médico y ético, la vida de la persona necesita un aborto. Pero no sabe si la ley lo protege, entonces el estado puede ir contra él, criminalizarlo y penalizarlo sacándole la licencia. Entonces hasta que la paciente no tenga riesgo de morir, no pueden atenderla.”
Por su parte, Xochitl Oseguera, agrega: “La población más perjudicada es la población latina. Como las que viven en zonas rurales, las de bajos ingresos, las que viven en comunidades marginadas que son las comunidades afrolatinas, las campesinas, las personas que no pueden hablar porque son indocumentadas, las personas con incapacidades“.
El triunfo de Donald Trump, el retroceso para las mujeres
Según las encuestas, hasta junio, la inflación era el principal tema de interés en los y las votantes menores de 30 años. Pero la situación cambió en septiembre, tras el debate presidencial entre el candidato republicano Donald Trump y la candidata demócrata Kamala Harris. Y el aborto ganó centralidad. Sin embargo, pareciera que eso no alcanzó para que Kamala Harris, defensora de los derechos sexuales y reproductivos, ganara las elecciones. Ella estuvo en Minnesota en una clínica de Planned Parenthood, que presta servicios para abortos. Fue la primera vez que una candidata presidencial visitó una clínica de esta índole.
Además, la candidata demócrata había dejado clara su postura en el debate cuando frenó todas las acusaciones de Donald Trump con la siguiente frase: “En ningún lugar de Estados Unidos se permite un aborto para un embarazo a término, eso es insultante para las mujeres y Donald Trump no debería decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo.”
¿Qué plantea Donald Trump?
Trump, en campaña, prometió mantener las políticas que continúan limitando el acceso a este derecho, incluso, prohibiéndolo en todo el país. Aunque el líder republicano fue cambiando su visión respecto al aborto, siempre dejó ver que estaba en contra de que las personas puedan decidir sobre su propio cuerpo.
En 2016, en medio de la anterior campaña electoral que lo convertiría en presidente, Trump sostuvo que las leyes en cuanto al aborto ya estaban establecidas y había que dejarlas así. Sin embargo, unos días antes, había declarado que “las mujeres debían enfrentar algún tipo de castigo” si deciden interrumpir un embarazo.
Cambios en la Corte Suprema
Durante su mandato, Trump designó a tres magistrados en la Corte Suprema, quienes tenían una mirada conservadora. Así fue como la Corte quedó conformada por 6 jueces conservadores y 3 jueces progresistas. Además de estos nombramientos en la Corte Suprema, Trump también nombró a numerosos jueces en tribunales federales de apelaciones y distritales, lo que tuvo un impacto significativo en la composición del sistema judicial de EE. UU., durante y después de su presidencia.
El mandato de Trump finalizó en 2021 y el aborto seguía siendo legal. Pero un año después, cuando ingresó la petición para derogar el fallo Roe versus Wade, los jueces designados por él fueron quienes marcaron la diferencia, ignoraron la opinión mayoritaria de la sociedad y avanzaron con la derogación del fallo Roe versus Wade, que fue celebrado por el ex presidente: “Dios tomó la decisión”, expresó.
¿Qué significa Trump como presidente?
Tanto para Alejandra Soto y para Xochitl Oseguera, la situación es crítica. “Yo creo que la mujer se puede llegar a convertir en esclava de la procreación. Podría haber muchísimos estados donde una se convierta en esclava de procrear y nada más. Tu salud y tu vida es lo único tuyo con lo que naces y pues con lo que mueres. Todo lo demás no importa. Entonces si no tienes derecho sobre tu salud y tu vida, ¿qué estamos haciendo aquí?”, concluyó Alejandra.
A modo de conclusión
88.500 abortos por mes. Estados desbordados por recibir pacientes de otros lugares. Profesionales con miedo de ejercer su derecho. Miles de personas latinas que se debaten entre una maternidad forzada o ver de cerca la muerte. Aumento de crisis materna. Y un derecho que está en manos de la política estadounidense. Esta es la radiografía de un país que retrocedió en materia de derechos sexuales y reproductivos y que condiciona la autonomía de las mujeres.
Créditos
Autora de la investigación: Mailén Britos.
Diseño: Lucía Sierra.
Entrevistadas: Alejandra Soto (Directora de Comunicaciones Latinas de Planned Parenthood Federation of America),
Xochitl Oseguera (Vicepresidenta de Momsrising).
Dirección general: Agustina Grasso