Un análisis del impacto en la Comunidad Transgénero en Estados Unidos, a raíz de las medidas del nuevo presidente.
Recientemente, el presidente Trump emitió una nueva orden ejecutiva (OE) que busca restringir el acceso a la atención de afirmación de género para jóvenes trans en Estados Unidos. Esta política afecta incluso a los adultos transgénero menores de 19 años, lo que ha generado indignación entre defensores de los derechos humanos y organizaciones de salud.
Entre las acciones previas tomadas por la administración de Trump en contra de la comunidad trans se incluyen:
- La prohibición del servicio militar para personas transgénero.
- La eliminación de protecciones en el ámbito de la salud, permitiendo que proveedores discriminen a personas trans en la atención médica.
- La revocación de directrices que protegían a estudiantes trans en las escuelas, incluyendo el acceso a baños y equipos deportivos acordes con su identidad de género.
Bajo la administración de Donald Trump, diversas órdenes ejecutivas han sido implementadas con el objetivo de restringir derechos fundamentales, particularmente en el ámbito de la atención médica y el reconocimiento de la identidad de género.
En respuesta a esta última orden ejecutiva, Planned Parenthood Federation of America, a través de su presidenta y directora general, Alexis McGill Johnson, emitió una declaración condenando enérgicamente la medida. En sus palabras:
“Es inconcebible que, menos de 24 horas después de intentar eliminar los programas Head Start y las comidas escolares para niños, el presidente Trump haya emitido una orden que estigmatiza a las personas jóvenes transgénero y propaga información falsa sobre la atención de afirmación de género. Su orden ejecutiva contradice la ciencia y los hechos, además de poner en riesgo el acceso a atención médica esencial.”
La historia de la lucha transgénero en EEUU
Desde mediados del siglo XX, la comunidad transgénero en Estados Unidos ha logrado avances significativos en la lucha por sus derechos. En 1952, Christine Jorgensen se convirtió en la primera persona transgénero en recibir una cirugía de reasignación de género ampliamente reconocida, lo que marcó un hito en la visibilidad trans. En 2015, la Corte Suprema de EE.UU. falló a favor del matrimonio igualitario, un paso importante para la comunidad LGBTQ+, y en 2020, la Corte dictaminó que la discriminación laboral contra personas transgénero es ilegal bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964. Sin embargo, a pesar de estos avances, la comunidad trans sigue enfrentando desafíos significativos.
«Las personas con orientaciones sexuales diversas son parte de uno de los grupos sociales más discriminados. Sus derechos son violados día a día en todo el mundo y son víctimas frecuentes de violencia y exclusión desde temprana edad» (ONU, 2015, p.13).
En muchos casos, enfrentan el rechazo familiar, maltratos físicos y psicológicos, y con el tiempo, la exclusión del mercado laboral. Además, las instituciones públicas a menudo no garantizan su protección, negando servicios esenciales e incluso participando en actos de discriminación. También se han documentado numerosos casos de abuso en resguardos policiales que permanecen impunes.
Una lucha que no baja los brazos
Planned Parenthood Federation of America reafirmó su compromiso de continuar apoyando a la comunidad transgénero y defendiendo su derecho a recibir atención médica digna y sin discriminación. La Organización enfatizó que todas las personas merecen ser tratadas con respeto y que la existencia de las personas trans es una realidad innegable.
A medida que continúa la lucha por los derechos de la comunidad trans, activistas y organizaciones instan a la población a mantenerse informada y a tomar acción para proteger los derechos de las personas transgénero en Estados Unidos.
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