Dos años de negociación intensos, pagos que se vencían y una deuda que agobiaba a nuestro país. Hoy 8 de febrero habrá movilizaciones a partir de las 16 horas. El lema de la marcha será “No al acuerdo con el FMI, las estafas no se pagan”.
Este martes 8 de febrero a partir de las 16 horas se realizarán movilizaciones en la interesección de las Avenidas de Mayo y 9 de Julio, en Buenos Aires. La Central de Trabajadores Argentina-Autónoma será parte de la movilización a Plaza de Mayo. El lema de la marcha será “No al acuerdo con el FMI, las estafas no se pagan”.
La convocatoria, de la que participarán el Frente de Izquierda Unidad, organizaciones sociales y ambientalistas, plantea un rechazo al pacto del Gobierno con el FMI. También critica al ajuste, los tarifazos y el extractivismo, que ya están en marcha.
Esto además nos lleva a pensar también en cómo el tema fue tratado en relación de perspectiva de género. Argentina llegó a un acuerdo de reestructuración con el Fondo Monetario Internacional. Y esto dejó en evidencia dos cosas: la falta de mujeres en los espacios de poder a la hora de tomar decisiones y la falta de perspectiva de género en los negociadores a la hora de cerrar el acuerdo. Carolina Dávila, politóloga, analiza este acuerdo en clave feminista y sentencia: “Al mundo lo manejan los varones”.
El acuerdo del FMI
En 2018, Mauricio Macri –presidente de la nación en aquel entonces- acordó con el FMI un crédito de US$50.000 bajo la modalidad “Stand By”. Fue con el fin de bajar el déficit y la inflación en nuestro país. En los últimos días, fue noticia el anuncio de Alberto Fernández sobre el acuerdo al que llegó Argentina con el FMI -luego de dos años de negociación- con el fin de reestructurar la deuda.
Martín Guzmán, Ministro de Economía, destacó puntos claves que se tuvieron en cuenta a la hora de cerrar el acuerdo. Políticas sin ajustes, empleo, estabilidad, derechos y crecimiento de las reservas. Pero… ¿hubo perspectiva de género a la hora de cerrar el acuerdo?
—No hubo perspectiva de género en absoluto- expresa Carolina Dávila, politóloga.
—¿Por qué? –
—Solo se pensó negociar lo que se le debe al FMI sin perspectiva de género y aplicando el recorte en el gasto público para reducir el déficit fiscal en términos de estratos sociales. La feminización de la pobreza es la llave que abre la puerta hacia al machismo y no haberlo tenido en cuenta a la hora de la negociación demuestra que aún hay que dar grandes batallas.
—¿Qué problemas enfrentan hoy las mujeres que no fueron tenidas en cuenta a la hora de cerrar el acuerdo con el FMI? –
—Las mujeres no solo enfrentan el problema de la desocupación y la brecha salarial, además sostienen familias monoparentales y se tienen que encargar de todas las tareas de cuidado, llevándolas a un terreno del cual es muy difícil salir y si a eso se le suma la ausencia de un Estado con perspectiva de género, la desigualdad de género pareciera no tener salida alguna.
—Argentina tiene un Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad que justamente, trabaja sobre los problemas y desigualdades a las que nos enfrentamos día a día. ¿Crees que es suficiente con eso? –
—Ya no alcanza con tener un Ministerio de la Mujer que luche por los derechos políticos porque el problema es más grave y complejo de lo que puede resolver una cartera. Abarca a todas las esferas de la política y es menester que las mujeres estén representadas en cada uno de los estamentos del Estado.
El pacto con el FMI y una lectura feminista
—¿Qué rol ocuparon las mujeres en estos años de negociación con el FMI y el nuevo acuerdo? –
— La mujer ha ganado ciertos espacios dentro de la política y roles. De hecho, la titular del FMI Kristalina Gueorguieva, una mujer. Pero las reuniones centrales y el manejo de los principales roles estratégicos están liderados por los varones. Los principales negociadores fueron el ministro de Economía, Martín Guzmán y el representante argentino frente al FMI, Sergio Chodos. Las negociaciones se dan entre ellos y el llamado “pacto de caballeros” se ve en la trastienda de los compromisos de pagos y en quiénes manejan las cajas del Estado-
—¿Hay mujeres ocupando lugares en los “bastones” de poder que giran en torno al acuerdo?
—Los principales puestos de poder que giran en torno a este acuerdo son manejados por varones: Martín Guzmán en el Ministerio de Economía, Miguel Ángel Pesce en el Banco Central y Carlos Zannini en el Tesoro de la Nación. Y a eso le sumamos los ministros que están frente a las carteras en las cuales más impacto tendrá las metas fiscales propuestas, como Desarrollo Social; Desarrollo Productivo; Agricultura y Trabajo. La historia se repite-
—¿Qué reflexión desde una perspectiva feminista podés hacer de este acuerdo? –
—Este acuerdo visualiza cómo se mueve el poder real y sobre todo en manos de quiénes está: al mundo lo manejan los varones y hoy, en la Argentina continúa esa dinámica. Sin duda alguna, este acuerdo entre la Argentina y el FMI representa una secuencia más de qué lugares ocupan las mujeres en la política, en los espacios de poder y en la toma de decisiones. Esto refleja, también, la falta de perspectiva de género en este acuerdo porque quienes toman las decisiones son varones que ignoran mucho más de lo que pueden resolver. En cada lugar donde falten mujeres, faltarán derechos.