Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia en todo el mundo y el lema de este año gira en torno al ámbito de trabajo. ¿Es posible amamantar y trabajar a la vez?
Antes de todo, vale destacar que, durante mucho tiempo, a esta semana se la llamó “Semana Mundial de la Lactancia Materna” -y algunos la siguen llamando así- pero los feminismos abrieron el debate y sacaron del juego el término “materno”. ¿Por qué? Porque el objetivo es visibilizar a todas las formas de lactancia posibles y no solo la de las mujeres cis.
Yendo al cuestionamiento actual, según la OMS, “amamantar es más fácil cuando el lugar de trabajo ofrece apoyo para la lactancia o para la extracción de la leche”. A su vez, el 45% de todas las muertes infantiles, están asociadas con la desnutrición por lo que la lactancia tiene un papel crucial ya que es una forma efectiva de promover el crecimiento y desarrollo saludable del niñx, durante 6 meses puede ofrecer muchos beneficios tanto para el bebé como para la madre.
La lactancia y el trabajo en el mundo
En Argentina, en 2020, se incluyó en el Convenio Colectivo de Trabajo General, un artículo que le garantiza a lxs trabajadores en periodo de lactancia la disponibilidad de espacios de extracción y conservación de leche contribuyendo su incorporación al trabajo luego de su licencia por maternidad. Es decir, que la persona que está en periodo de lactancia, pueda reincorporarse al trabajo con facilidad y disponiendo de un lugar privado, cómodo y exclusivo donde amamantar. Pero esta realidad, no es igual en todo el mundo.
Según la Organización Panamericana de la Salud, solo el 20% de los países requieren que los empleadores proporcionen a los empleados descansos pagados e instalaciones para amamantar o extraer leche y menos de la mitad de los lactantes menores de 6 meses reciben lactancia materna exclusiva.
En el 2012, la Asamblea Mundial de la Salud (WHA) propuso como objetivo global de nutrición, aumentar la tasa de lactancia exclusiva en los primeros 6 meses de edad al menos al 50% para el año 2025. Con esto, los espacios laborales deben implementar políticas que aseguren espacios para amamantar en los lugares de trabajo: ¡hagamos que sea posible!
*Esta nota es una alianza entre Escritura Crónica y Planned Parenthood.