Charlas con amigues, cuentas de Instagram, comunicados del Gobierno, un Mundial. Todes hablan de sexting. Consejos para una práctica placentera y segura. Desde encriptar el celular, fotos cuidadas, hasta autodestruir conversaciones.
El mundial comenzó el 14 de abril. La inscripción estuvo abierta hasta el día anterior y sólo se admitía una captura de pantalla por persona. Esa captura debía tener todos los condimentos de un sexting caliente y propio de un aislamiento obligatorio. El ganador o ganadora, que se definirá en unos días, recibirá un premio de Bampich, un blog de sexo.
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—Te mando esta foto para que te vayas a dormir contento.
Con esa frase empezó mi primer sexteo. Era adolescente y tenía una relación sexoafectiva de varios meses con un chico. En ese momento, nuestros encuentros físicos no era cosa de todos los días. Con suerte, dos veces por semana.
No voy a mentir. Mandé la primera foto y algo de vergüenza sentí porque siempre me dijeron que no debía mandar fotos desnudas o en ropa interior, que era malo y por eso, temía la respuesta del otro lado.
El celular sonó y llegó una nude (como se le dice a este tipo de fotos ahora). El resto de la charla transcurrió entre fotos, videos, textos subidos de tono y orgasmos. El placer y el deseo aumentaba con cada notificación de WhatsApp. Pero la sorpresa llegó cuando terminó todo: había descubierto otra forma de tener sexo, de conectarme con el otro y de romper la rutina.
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Cuando se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, realicé una encuesta en Instagram. “¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando termine la cuarentena?”, era la consigna. “Coger”, fue la respuesta recurrente. Esto también se manifestó en Twitter por diversos usuarios. Algunos lo decían en forma de chiste, otros en forma más seria, pero la preocupación era la misma: ¿Cuándo y cómo vamos a poder coger?”
—Si estamos en cuarentena y tenemos a nuestra pareja lejos, el sexting o el sexo virtual, es una buena opción: siempre teniendo los cuidados necesarios y tener confianza con la persona que lo estamos haciendo. Es un buen momento para probar cosas nuevas y empezar a tener una conexión desde ese lado también, explicó Francesca Gnecchi, periodista y sexóloga.
Para quienes viven separadxs de sus compañerxs, el decreto de la cuarentena –y las múltiples extensiones de la misma- fueron un cachetazo a la hegemonía sexual: ¿Y ahora, como cogemos si no nos vamos a ver personalmente?
—Che, ¿alguna vez hiciste sexting?, me preguntaron.
—Sí, ¿por?
—Con mi novia hicimos ayer. Nunca había hecho y fue tremendo. Hasta nos tuvimos que llamar porque no dábamos más.
Claramente, algo había cambiado desde la primera vez que hice sexting a hoy.
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Por sexting o sexo virtual, se entiende el envío de contenido sexual a través de una plataforma que permita eliminar la conversación. El fin de este intercambio es excitarse con lo que nos envía la otra persona y masturbarse.
El consenso y la privacidad, son dos claves de esta práctica -que hoy está en boca de todes- y brota como algo novedoso, pero en verdad es un recurso viejo, solo que antes estaba bajo la alfombra.
La creatividad y el punto al que une puede llegar sexteando es inmenso, tan inmenso que, en medio del sexteo, dos personas que mantienen un vínculo sexoafectivo, crearon un usuario en Instagram que se llama “Sexting en cuarentena”.
Screenshots con contenido hot, son las publicaciones de este usuario que tiene como fin compartir fragmentos de sexteos anónimos. El consentimiento de las partes es clave para enviar una conversación. Tampoco se admiten conversaciones que contengan alguna nude o video, se pide que se tape.
—Al principio la abrimos en chiste, compartiéndola entre amigues, pero de repente la idea gustó bastante, nos empezaron a enviar aportes y crecieron los seguidores en grandes cantidades.
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Mundial de sexting
—Pienso que el sexting ya estaba instalado, solo que con el aislamiento obligatorio se popularizó y naturalizó. Nosotres siempre vamos a estar de acuerdo con que se hable sin miedo y sin tabúes de la sexualidad tanto en el Estado como en los medios hegemónicos de comunicación. Esto es un avance para naturalizar y visibilizar las prácticas sexuales -eso explica una de sus creadoras del Mundial de Sexting, cuyo Instagram ya tiene 87 publicaciones y casi 12 mil seguidores tienen la cuenta.
—Tiramos la idea en las stories, vimos que a les seguidores les copaba y lo hicimos. Nos llegaron muchos sexteos para participar del mundial así que nos tomamos el trabajo de elegir nuestros 32 preferidos, teniendo en cuenta que es lo que queremos transmitir desde acá.
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Charlas con amigues, cuentas de Instagram, un mundial. Todes hablan de sexting, hasta el gobierno argentino. El viernes 17 de abril, por primera vez, el Ministerio de Salud nombró al sexo virtual y lo aconsejó en época de pandemia.
Apenas se dijo eso, muches se revolucionaron y los canales de televisión comenzaron a hablar con sexólogos. “Una vergüenza lo que dijeron desde el ministerio”, me escribieron. Cuando lo escuché, lo que menos sentí fue vergüenza. El sexo virtual existe y la preocupación de no tener sexo en cuarentena, también. En todo caso, deberíamos sentirnos contentxs por lograr que se hable de otra forma de tener sexo, que no sea la hegemónica y la que nos plantearon como válida.
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—Y ¿qué te imaginas con los ojos vendados? Contame
—Primero vendártelos a vos y tirarme arriba tuyo. Provocarte hasta que llego a tu verga y te la empiezo a chupar como a vos te gusta, con chupada de huevos todo como te gusta a vos. A mí me imagino parada o acostada tipo en la mitad de la cama y vos acercándote y dándome besos en distintas partes del cuerpo.
Estos son algunos de los sexteos que compiten por el mundial. También hay sexteos lésbicos, aunque son los menos recurrentes.
—Apostamos a construir un espacio que contenga sextings diversos.
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Cuidados de la intimidad (y del placer) seguro
Frente a esta situación se desató un debate de gran magnitud, consultas con especialistas en sexo, chistes, memes y hasta tweets. Esto puso en agenda a una práctica que todes hicimos alguna vez. Pero despertó ciertas inseguridades y dudas: ¿Qué me estoy jugando al enviar una foto desnudx? ¿Y si no quiero? ¿Se puede lograr el placer a través del sexo virtual?
Desde Fundación Huésped, publicaron un manual para tener en cuenta si vamos a practicar sexting. Yo lo llamo el manual de la “triple C” porque requiere de conocimiento, confianza y consentimiento. Conocimiento de la persona a quien le estamos enviado el contenido, que sepamos que existe. Confianza, que sepamos que no va a divulgarlo. Consentimiento, porque deben estar de acuerdo todes.
Encriptar el celular. Contraseña a la galería de fotos. Apps que permitan autodestruir conversaciones (Telegram o Signal). Fondo neutro. No mostrar la cara ni zonas del cuerpo marcadas. Filmar sin sonido. Son las recomendaciones para evitar que se difunda nuestro contenido.
Pero si alguien llega a amenazarte con difundir el material, podes llamar al 134, al (011) 5071-0040 o acercarte a la fiscalía más cercana para denunciar.