Las últimas declaraciones de la empresa Nestlé con respecto a sus productos alimenticios, donde expusieron que más del 60% de sus productos no sos saludables, dio mucho que hablar, pensar y cuestionarnos. La desconfianza de la industria alimenticia nos lleva a darnos cuenta el poder que tenemos en nuestras manos a la hora de decidir qué consumimos.
Por: Lic María José Amiunes (*)
Cuando consumimos, tenemos muchas opciones a la mano, pero no todas convienen. Mucho tiempo, hemos confiado nuestra salud y la de nuestrxs hijxs en manos de la industria alimentaria, sin cuestionar. Pero lo bueno es que está cambiando.
Este mensaje, sin dudas, nos lleva a pensar que necesitamos una ley de etiquetado, que evidencie qué productos alimenticios son saludables o no, sin que nos engañen. Considero que necesitamos una fuerte educación alimentaria, desde la infancia a la adultez, para tener mayor discernimiento de qué comemos.
El consumo de lácteos como necesidad
Dentro de los productos considerados como «saludables» los lácteos ingresaron en este casillero, donde el 60% alcanza el umbral mínimo. Por lo tanto, generó dudas en si se deben consumir o no, ¿será que son necesarios?
Lee también: «Nestlé reconoció que más del 60% de sus productos no son saludables»
La leche es un alimento de origen animal, que tiene calcio, hierro, proteínas de alto valor biológico, dentro de los nutrientes a destacar. Sin embargo, estos nutrientes también los podemos encontrar en el reino vegetal. Podemos encontrar el hierro en legumbres, acelga, espinaca, almendras, tofu fortificado, higo seco.
Es importante aclarar que no hay alimentos indispensables, pero si nutrientes.
Por lo tanto, si deseamos consumir leche, podemos hacerlo. Y si decidiera que no, puede obtener esos mismos nutrientes a través de otros alimentos.
¿Cómo la reemplazamos?
Como también el calcio lo podemos obtener de vegetales como brócoli, espinaca, frutos secos, semilla como sésamo y quinoa, entre otros. Y sin dudas las frutas y verduras nos ofrecen sin fin de vitaminas y minerales de manera naturalista
Como conclusión, que esto nos lleve a aumentar el consumo de alimentos reales en casa, en todas las etapas biológicas de la vida. Y si querés consumir productos ultra procesados, tené en cuenta que para consumo diario no son la mejor opción. Siempre la clave está en el equilibrio.
(*)Lic María José Amiunes(MP: 3540), nutricionista especializada en pacientes con enfermedades de Riesgo Cardiovascular ( colesterol alto, diabetes, hipertensión) Instagram: @nutricionamiunes