Las pilas no son residuos comunes. No los podemos descartar así como así porque contienen sustancias que contaminan el ambiente y por ende, a futuro, nuestra salud: contienen mercurio, litio, plomo, zinc, manganeso y niquel. Si querés saber qué podés hacer con tus pilas al momento de descartarlas, leé esta nota y anotate los tips.
Las pilas entran en la categoría de residuos sólidos urbanos (RSU) y por ser tan peligrosos precisan de un tratamiento especial. Es por eso que están dentro de una subcategoría de los RSU que se llama Residuos Especiales de Generación Universal (REGU).
Entonces, ¿qué podemos hacer para descartar nuestras pilas de manera correcta?
¿Qué requisitos tienen que cumplir las pilas para ser seguras?
La ley nacional Ley 26184 de pilas y baterías prohíbe la fabricación, armado e importación de estos productos. Pero no dice nada de la disposición final.
Los requisitos que tienen que cumplir son:
Indicar fecha de vencimiento.
Tener una carcasa protectora que evite que se derramen líquidos.
Cumplir con los requisitos de duración mínima promedio según normas IRAM u otras normas internacionales.
Según esta misma ley, hay determinados tipos de pilas que están prohibidas en todo el país. ¿Cuáles son? Las pilas y baterías no recargables con un contenido de mercurio, cadmio y plomo mayor a:
– 0,0005% en peso de mercurio.
– 0,015% en peso de cadmio.
– 0,200% en peso de plomo.
¿Cuáles son las técnicas actuales para tratar pilas en el país?
La técnica más utilizada es la vitrofusión, que es poner al horno a grandes temperaturas y se separa el material que se reutiliza. Pero las técnicas de termofusión son criticadas por muchos grupos ambientalistas internacionales que se plantean contra la incineración.
Existe una planta piloto multipropisito en la ciudad de La Plata, Plapimmu, de reciclado de pilas. Se trata de una planta de estudio, no de tratamiento, basada en los conceptos de Quimica verde, donde se separan las piezas y se reutilizan, casi en su totalidad.
Las que más se reutilizan son sobre todo el óxido de manganeso y de zinc que son sustancias que luego se utilizan en la industria en el sistema de reciclado de botellas de pet o cargas de pinturas para evitar hongos, por ejemplo. No para uso farmacológico.
En la Ciudad de Buenos Aires, en 2018, se sancionó la ley de pilas en desuso que obliga a productores, importadores y distribuidores a hacerse cargo del tratamiento post-consumo. Existe el plan RIPPILA que permite la recolección de pilas en:
– Puntos verdes que están en las plazas de la ciudad (Mie a Dom 11 a 19hs).
– Estación de servicio de AXION (martes a sábados de 11 a 15 hs).
– Farmacias DR. AHORRO (Lu a Sab 8 a 21hs).
¿Qué hacemos entonces con las pilas?
Podemos comenzar por:
-No tirarlas en la vía pública.
-No acumularlas en casa.
-Buscar su correcta disposición final, como rellenos de seguridad o los puntos de recolección.
-Exigir políticas nacionales de reciclado de pilas. No existe una ley que exija a las empresas que se hagan cargo de la disposición final.
-Tratar de evitar su uso, pasarnos a recargables.
-No consumir marcas no autorizadas.