¿De qué trata la campaña #Autoconvocate?

Esta campaña surge en septiembre de 2021 a raíz de la Audiencia Autoconvocada sobre el Acuerdo Porcino con China. Pero luego el hashtag #Autoconvocate siguió usándose hasta hoy para no seguir esperando respuestas de los gobiernos o los poderes privados ante el colapso ambiental, sino accionar ya. Entrevistas a les activistas Guillermo Folguera, Flavia Broffoni y Delfina Del Sel.


Texto por: Carina Fernández, comunicadora feminista.

Ayer se publicó un nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC). Advirtió que el mundo debe reducir a la mitad sus emisiones para 2030. El año pasado ya se había indicado que tenemos siete años antes de un colapso mucho más drástico del que afrontamos en estos momentos. Por lo que profundizar el modelo actual de producción y extractivismo no es viable, ni mucho menos sostenible en el tiempo.

En medio de todo esto, la sociedad civil va tomando cada vez más protagonismo con acciones concretas. Una de ellas fue la Audiencia Autoconvocada sobre el Acuerdo Porcino con China. Más allá de los meses que pasaron el uso del hashtag #Autoconvocate siguió creciendo hasta hoy con la idea de no seguir esperando respuestas de los gobiernos o los poderes privados ante el colapso ambiental, sino accionar ya. ¿Qué opinan ciertos referentes ambientales frente a esto? Entrevistas a les activistas Guillermo Folguera, Flavia Broffoni y Delfina Del Sel.

¿Qué significa la consigna “Autoconvocate”?

Delfina Del Sel, activista autoconvocade, quien vive en el barrio porteño de Villa Crespo, explicó: «Para mi significa un montón de cosas, primero convocarme a mi misma, convocarme a algo. Algo me convoca a moverme hacia eso, llevar a la acción ese interés que me está convocando. El #autoconvocate me parece que nace de la individualidad no en sentido individualista sino desde cada persona, desde mi ser independiente, autónomo, me convoco para algo colectivo, una acción colectiva pero sin una organización detrás, que no significa que no la haya. Por ejemplo, yo participo en la Coordinadora Plurinacional Basta de Falsas Soluciones BFS, pero también colaboro en otros espacios.»

Siento que me da autonomía ser autoconvocada. De cierta libertad de moverme sin tener que dar tantas explicaciones. Independencia de a dónde me sumo y elegir de qué manera quiero autoconvocarme, el tiempo que puedo dedicarle. Y luego ya entramos con otres a ver como vamos a construir algo en conjunto. Para mi la figura del autoconvocade es re fuerte, porque habla de una iniciativa propia, una necesidad de hacer algo, sin nadie que te diga qué es lo que tenes que hacer. Sin una representación específica, ya sea partidaria o de la índole que sea.

Entrevistas a referentes ambientales

Flavia Broffoni politóloga y activista

Consulté sobre el mismo tema a Flavia Broffoni politóloga y activista. Autora del libro “Extinción” y cofundadora de XR Argentina. Conversamos durante un receso del evento que organizaron desde @SomosMiles para abrir a la comunidad la experiencia de haber organizado, un grupo de no más de 80 personas que no se conocían personalmente, lo que fue la primera Audiencia Autoconvocada sobre el acuerdo porcino con China. Fue como resultado del Taller de Formación Integral Activista que Flavia y Martina Zamudio, dieron en los meses de pandemia. No casualmente el lugar para compartir fue Casa Brandon, lugar histórico de resistencia y reivindicación LGBTQ+ y de la cultura en CABA.

FB: Hay una contradicción que yo habito mucho y es que individualmente cuando sabemos aullar encontramos la manada. Y sin el sectarismo que eso pueda revestir. Hay formatos de organización que le van a hacer más sentido a alguien que estructuralmente viene seteado de una forma, ¿no? Pero también creo que todos esos puentes están siendo cada vez más robustos y al mismo tiempo flexibles y son imprescindibles. Por ejemplo, hoy estamos en Casa Brandon en el Evento #Autoconvocate para compartir las conclusiones de la Audiencia autoconvocada sobre el acuerdo porcino con China.

—Y antes de empezar, hicimos un vivo con Eugenia (@soymujercolla militante indígena de la nación Colla de Mendoza) que activa desde el antirracismo y el anticolonialismo y todo lo que hay que aprender de ese mundo y está pasando. Esto es lo que a mí más me interpela y me interesa explorar. Habitar las ramificaciones de cómo activar y sobre qué temas. Hay mucha teoría sobre la interseccionalidad. Ahora, no ocurre tanto el habitarla.

Guillermo Folguera, biólogo y filósofo

Por su parte, se sumó al debate Guillermo Folguera. Biólogo y filósofo, autor del libro “La ciencia sin freno”. Actualmente se encuentra escribiendo un nuevo libro respecto a cómo vincular las resistencias, las problemáticas y cómo el poder intenta hacer políticas de amnesia y que olvidemos esos vínculos. Guillermo pertenece al Colectivo Después de la deriva de Fm La Tribu.

GF: En mi caso arranque con militancia estudiantil universitaria en la última etapa del gobierno de Menem. Y después en el 2001 con todo lo que significó, con la expansión de la soja entré al grupo Reflexión Rural y fui orgánico durante doce o trece años. Me involucré sobre todo en la temática de los agronegocios. Tratando de comprender e incidir sobre  el modo en el cual las ciencias eran usadas por el agronegocio sobre todo para bloquear el grito y las resistencia de las comunidades. Me fui del grupo Reflexión Rural en el 2015, y estoy en esta situación actual de autoconvocado que mencionas.

Me quedaron ciertas improntas que son tratar de articular con desastres en el país, me fui involucrando con otras temáticas relacionadas con el extractivismo, la megaminería (de hecho ahora estoy en Mendoza), ayudando a las comunidades a difundir. Hace poco me escribieron de Chaco que están necesitando difundir el tema de las fumigaciones. Lo mismo en Neuquén con el tema del Fraking y también la avanzada contra los mapuche en Rio Negro. Es una cuestión de ver un poco en que somos útiles, que yo tampoco lo tengo totalmente claro. Pero si veo signos en que las articulaciones siempre son de provecho, que las luchas de ciertas comunidades conociéndose se multiplican, y comprender también que estamos frente a un escenario de desgaste socioambiental mayor, con un lobby gigantesco del otro lado pero también con la esperanza de la multiplicación que estamos viendo.

En este escenario me encuentro hoy: tratando de por un lado continuar esta búsqueda que tengo de cuestionar el uso de la ciencia para las corporaciones y para este estado empresarial. Dar una mano a las comunidades. Y sobretodo fomentar la articulación entre lo que hoy por hoy creo es el gran norte que tenemos. Es la articuación entre el movimiento ambientalista, el movimiento contra el maltrato hacia los animales, el movimiento de derechos humanos, el movimiento feminista, el movimiento de laburantes, el movimiento de pueblos originarios y el movimiento estudiantil. Con la diversidad interna del caso, que nos va a costar mucho, pero tratando de ver cómo en esa multiplicidad hacemos una virtud.

Pero ¿Cómo activar?

Delfina Del Sel, activista autoconvocade

DD: No sé, tengo algo en mi personalidad que hace que cuando me sorprendo o descubro algo por primera vez necesito imperiosamente contagiar, compartirlo. Por ejemplo el tema de Monsanto- Bayer me parece una información tiene que estar dada, se tiene que saber. No porque yo tenga la verdad sino que está ahí, es una información real. Hay un mosquito que riega veneno. Bueno, eso no lo estoy inventando yo sino que es real. Yo no lo sabía, y fui hablando con mis amigues y familia, “¿che sabian de esto?”. Siempre la respuesta primero es: “no, pero no debe ser tan así”. No, sí te muestro, y después “bueno ya está, no quiero saber tanto”.

—Como que la reacción que parece es la de “uh es un montón”, y entiendo que es un mecanismo de defensa, es un daño. Pero bueno, de ahí vino que yo deje de comer carne. Fue un proceso de varios meses, de pensar: si producimos esto, de esta forma industrializada y el impacto que tiene la soja, comiendo animales soy cómplice.  Ahí empecé a ver cómo es el consumo animal, cómo se producen los animales, como se crían.

—Y se me abrió un mundo en todo sentido, un mundo de conexión con lo que es la naturaleza. Siempre tuve respeto por la naturaleza pero ahí comenzó una búsqueda más profunda. Empecé con el compost que parece una boludes pero no es una boludes, a nivel personal es como ir hacia otro lugar me parece. Empecé a conocer alimentos distintos, a comer muchas más legumbres, al supermercado no voy más, la dietética es mi mejor amiga. Organizaba compras mayoristas con amiguis y otras personas, más por el lado de la propuesta que de la denuncia. Sin el dedo acusador que creo que nunca suma, sino más de demostrar un nuevo mundo que a mi se me abrió, que me pareció increíble.

Realidad dolorosa

Las personas me decían: “no se como haces para estar conectada con una realidad que es re dolorosa”. Sí, pero esta realidad dolorosa me abrió otras posibilidades que, para mi antes no eran posibles, osea no eran imposibles, sino que no las conocía. El sistema no me dijo «mirá qué existe esta otra forma de vivir». «Mirá que hay otra forma de habitar, y de conectarse con las cosas, con la naturaleza, con las personas, con todo, con el alimento, con tu cuerpo». Eso no te lo muestran. Para mi fue re zarpado porque si no hubiese tenido esa inquietud, conectada al dolor de la injusticia y de muchas otras cuestiones, no hubiera llegado a eso. Obviamente que la realidad es dolorosa y difícil, no lo niego, pero también hay otra parte que no nos muestran, yo me enriquecí en el sentido de nutrirme, y no me sentí más sola en un montón de cosas.

Durante años me pasó de no terminar de encontrarle un sentido a mucho de la existencia, ¿cuál sería el sentido?¿trabajar?¿ahorrar para comprar una casa?¿tener hijos? Todo lo que la sociedad espera o para lo que te educa, a mi no me significó mucho. Lo mismo que la carrera, ser profesional. Nada de todas esas cosas me motivaban, y siempre me interpelaron mucho más las injusticias, mis privilegios, el género, la sexualidad. Fueron muchas cosas que empezaron a aparecer y me empezaron a interpelar. Y siento que por ahí el “activar”, poder llevar a la acción algo que me interpela junto con otres, hoy siento que le da un sentido a mi vida.

De verdad, creo que ese es el sentido más zarpado. Moverse en una acción, en algo colectivo para construir algo mejor en conjunto. No podría quedarme quieta. Y tampoco es que lo hago todo el tiempo. O sea, nadie puede estar todo el tiempo en todo. Pero bueno las cosas no me dan igual y ya entendí más o menos en mi proceso personal, por dónde puedo accionar, qué cosas puedo hacer, en qué cosas puedo ser más colaborativa. Conocí mi potencial y entendí que por ahí con mi aporte que es re chiquitito, hace como el granito de arena que forma un médano.

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Compromiso de poner el cuerpo

FB: Estamos obligades a generar recursos para poder sostener la cotidianidad de un alquiler, la comida. Quienes tenemos hijes también sostener la vida de otras personas o personas de cuidado a cargo, y ahí es medio una trampa sin salida. Quizás la pregunta es, al menos estoy preguntándome ¿cómo sostener el armar un sentipensar coherente? Porque el momento de tomar partido inevitablemente va a llegar. Creo que inevitablemente el tiempo histórico nos está llevando a que esto se pudra.

—Y cuando esto se pudra, corremos el riesgo que de no existir redes colectivas que puedan abrazar a quienes llegan sin nada de información. Porque se van a sorprender y van a tener miedo. Y hay que evitar que caigan en las fauces de gobiernos despóticos que vayan a imponer reglas opresivas, donde procesos que ya están sucediendo, de seguir expropiando territorio a quienes lo guardianan, se vayan a profundizar.

—El ecologismo tiene el riesgo de volverse facsista en un sentido de preservar. Bueno queda poco, hay que cuidarlo, pero ¿para quiénes hay que cuidarlo? Está pasando ahora con el litio, necesitamos litio para la transición energética, pero específicamente ¿para qué? osea no es “necesitamos litio” el gran titular ¿para baterías de autos en Europa? o ¿para redistribuir el sistema energético? La pregunta de la cotidianidad es una de las más desafiantes. Cómo convivir y seguir viviendo en un mundo con un día soleado, teniendo que ir a laburar y obtener recursos. Con la necesidad de que en algún momento haya que tomar el compromiso de poner el cuerpo.  Quizás no es siempre, puede no ser ir a todas las marchas. Pero ese momento está llegando y cuanto más preparades lleguemos, menor va a ser el dolor de la transición.

GF: No nos han enseñado desde la pluralidad. Y tampoco nos han enseñado una situación de mucha radicalidad. Y no sólo estoy hablando de la solución radical sino que estoy hablando del problema radical. Osea cuando vos vas a una comunidad y se les murió un nene de seis años de leucemia, por un tema ambiental articulado con sistemas productivos cualquier maquillaje que le quieras poner es insuficiente. O cuando hablas con una mamá que tiene a las nenas enfermas, por más promesas que haga el sector gubernamental ahí tenés una situación dramática.

—Ayer pasé por el río Mendoza, el río más importante de la provincia. Y está seco, obviamente está con dique y todo lo que sea, pero es un río seco, ahí tenés otra situación dramática, productivamente dramática. Cuando tenés una sequía histórica del Paraná que hace 80 años que no tenías, además de que es un escenario lamentable y en un contexto donde todavía están los focos de incendios, ahí tenés una situación absolutamente irreversible en cuanto a los efectos que tiene, que puede traer más reacciones tempranas o tardías, puede tener más sectores. Ya no sólo es un problema ético en un sentido que es una barbaridad, es un tema directamente productivo: ¿Con qué agua vas a regar las producciones del campo?¿Qué significa para los pescadores artesanales del lugar?¿Qué significa en términos de costos? 

La cuestión mercantil a corto plazo que ha sido la lógica rectora en todas estas cuestiones que impulsan el extractivismo, está llegando a una situación límite. Nos pueden gritar a los cuatro vientos, nos pueden decir que en vez de 400 millones de toneladas de soja necesitamos 70, pero se está notando de una manera tan bruta y ahí yo insisto: no hay que subestimar a las comunidades. Las comunidades cuando vean el agua contaminada, cuando vean que sus ríos están secos, cuando vean que sus niños y niñas están enfermos van a salir, más temprano o más tarde. Habrá que laburar para que ese momento, que cada vez se da de manera más palpable, se haga con un nivel radical, me refiero a la altura de la radicalidad de los problemas que estamos viviendo.

Lo que aprendí en la militancia en el grupo de Reflexión Rural, fue no centrarme tanto en las formas de resistir de las comunidades porque creo que van encontrando sus propias formas de resistencia, sino en mostrar hilos del poder, ayudar a las comunidades a mostrar hilos del poder. Por eso creo que la parte científica es fundamental sobre todo porque es una manera muy sistemática y clara de silenciar a las comunidades, en el nombre de la ciencia.

¿Qué horizonte ven en base a las alianzas colectivas?

FB: Más allá de las diferencias que tenemos yo soy profundamente optimista y confiada, entendiendo también que los espacios más abiertos como la BFS nacieron en el 2020, en plena pandemia con otras reglas del juego, evolucionaron en un año de elecciones, que siempre entorpece todo, siempre ensucia todo, y se mezclan muchas cosas y que pos noviembre del 21’ volvió a sobrevolar cierta claridad sobre el rumbo y la radicalidad que necesita un movimiento en resistencia general frente a la que se viene.

—Porque están metiendo quinta a fondo con todo, y si en el Congreso en particular pasa la Ley de Hidrocarburos, y pasa la Ley de Agronegocio estamos en gravísimos problemas. Es algo muy concreto bajado a la praxis. Esas leyes no pueden pasar, si yo tuviera que decir cual es el objetivo de los movimientos en resistencia sería que esas leyes no pueden pasar y una propuesta alternativa a esas leyes. Tampoco suscribiría al activismo sólo a pedir por leyes porque es como un afán de tener que lograr éxito con algo muy ambicioso, sino el sostener vivir y habitar un activismo, de vez en cuando, o una vez por mes mínimo. Sería muy loable que todes podamos dedicarle un tiempo a lo que cada une quiera.

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La resistencia colectiva

GF: Hace poco estuve en Exaltación de la Cruz, (provincia de Buenos Aires) ellas y ellos mismos te guían de como esto está creciendo, osea el daño está creciendo pero también la comprensión. Ahí uno de los problemas que tienen son los agrotóxicos, y hay un conocimiento paulatino de la gravedad de la situación. Así como te digo esto, el día que llegué acababa de morir un nene de seis años con leucemia posiblemente producto de los agrotóxicos, se maneja un nivel de dramatismo muy serio, pero al mismo tiempo hay un crecimiento muy grande en la resistencia social.

La otra cuestión que creo que es clave, me tocó recientemente en Paraná y en Tandil, y es que organizaciones que hace mucho no laburaban juntas, por ejemplo organizaciones urbanas, con problemáticas urbanas: el arbolado o ciertas pérdida de espacios públicos, están empezando a articular con organizaciones que vienen trabajando temáticas no urbanas. Esa articulación tiene una potencia impresionante. Son organizaciones que en muchos casos tienen muchos años viendo problemáticas que se consideraban ajenas, una cosa es la pérdida del arbolado en espacio público en una calle y otra es la producción de comida; entonces se miran a los ojos y ven que es parte de un mismo fenómeno, es parte del extractivismo.

De hecho cuando vos ves quienes bloquean la Ley de Humedales y te aparecen los grandes lobistas aparece el agronegocio, la megaminería, la extracción de litio y negocios inmobiliarios entonces, del otro lado el poder se aglutina, articula etc, de nuestro lado esa articulación empieza a darse. Yo creo que ahí hay una potencia cuantitativa en cuanto a lo numérico que empieza a aparecer por la conciencia, pero también por la resistencia de la articulación que va a dar frutos. No se si de la manera en la que estamos esperando, no se si con la celeridad que estamos requiriendo, pero yo no tengo dudas de que está dando frutos. Y de hecho muchas de las cosas que están pasando son muestra que inclusive estos grandes proyectos, se enlentecen o se bloquean o se impiden.

La megaminería en Mendoza, la megaminería en Chubut, los proyectos de Andalgalá, los proyectos de extracción de petróleo en el Mar bonaerense, los proyectos de megafactoria de cerdos, los proyectos de trigo bh4, por mencionarte algunos, están teniendo un montón de problemas. Y siempre tenes comunidades más o menos diversas, más o menos numéricas que están empezando a circular información. Entonces, hay muchísimo de este lado. Mucho, inclusive por fuera de una agenda partidaria que en las elecciones nacionales pasadas intentó poner otros temas, pero estos temas se filtran y se multiplican, y yo creo que un sector político empresarial intenta mostrar que estos temas no están, y que los grandes medios salvo excepcionalmente levantan, pero creo que cada vez más, aparecen.

Está sucediendo, cada vez que voy a un lugar veo una o varias comunidades con múltiples organizaciones que se están viendo a la cara, que en mayor o menor medida están articulando y que están teniendo el norte muy claro. Por eso me sorprende de parte del sector gubernamental, porque el sector empresarial hace su juego financiero a corto plazo, pero el sector gubernamental está socavando sus propios pilares y actúan como si nada. Tenes por ejemplo debates públicos abiertos donde muy excepcionalmente se menciona la palabra ambiente, como no pueden hacerlo en términos de programas, han hecho que el problema no exista. Así que evidentemente ese gerundio de resistencia en el que te incluyo, va a ser, pero está haciendo.


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