¿Dónde está Rodolfo Walsh?

A 43 años de su asesinato, el 25 de marzo de 1977, en plena dictadura, su cuerpo permanecen desaparecido, al igual que una parte de su obra, como el cuento inédito Juan se iba por el río. Reconstrucción, a raíz de testimonios de su hija, sobrevivientes y el Equipo Argentino de Antropología Forense de sus últimos días. Se denuncia que su cuerpo podría estar en un campo de deportes cercano a la ex ESMA.


El 25 de marzo de 1977, a Miguel Angel Lauletta, detenido en el centro clandestino de la ESMA, le dicen:

—Hay una cita a la que va a ir Walsh.

El no lo conocía.

— La verdad que nunca lo había visto, pero igual me suben en una  “Renoleta” (Renault 4), adelante -relatará en el Juicio ESMA.

— La manejaba el “Gordo Juan Carlos” y atrás iban otros compañeros al que me acuerdo. Seguro era Oscar Paz. Me acuerdo que nos llevan y empieza a circular la Renoleta por la avenida San Juan que era de doble mano en aquella época, y vamos desde Entre Ríos para el lado del oeste. Retoma San Juan, y cuando pasamos Combate de los Pozos, para la Renoleta y en el medio de la calle estaba parado “Cobra”, el apellido era Yon, y veo que le tira con el arma de puño, como haciendo puntería a un cuerpo que estaba tirado en la vereda de enfrente, y gritaban “Pepa, Pepa”, que es como se le decía a la granada, como le decíamos nosotros a la granada”. (…)

El Casino de Oficiales dentro de la ex ESMA es uno de los edificios más emblemáticos de la última dictadura de Argentina. Una prueba concreta, a partir de testimonios y rastros en el lugar, de que allí hubo secuestros, torturas, trabajo forzado, robo de bienes y apropiación sistemática de bebes. Se calcula que en este centro clandestino de detención hubo cerca de 5000 personas  detenidas. Entre ellos, el reconodio periodista y autor de la famosa «Carta abierta a la Junta Militar», Rodolfo Walsh, pero ya sin vida.

— Este lugar es la evidencia de que hubo un plan sistemático de terrorismo de estado de uso de recursos del Estado para la represión ilegal en la Argentina. Muy poca gente sabe que Walsh llegó muerto a la ESMA – me dice Alejandra Naftal, directora ejecutiva del Museo Sitio de Memoria ESMA, quien conoce muy bien lo que significa ese lugar: a los 17 años también estuvo detenida allí.

Ya pasaron 43 del asesinato de Walsh.

—La dictadura militar no sólo mató a Rodolfo Walsh, también secuestró su obra. “Juan se iba por el río” fue la última obra de ficción escrita por Walsh. Sólo dos personas llegaron a leer aquel cuento. Una de ellas fue Lilia Ferreyra, compañera de Walsh, a quien él le pidió que lo pasara a máquina y ella algo recordaba. Y Martín Gras, ex detenido-desaparecido, que pudo leerlo cuando estuvo secuestrado en la ESMA.

Este cuento Walsh lo escribió entre enero y marzo de 1977. Fue uno de sus desafíos. Terminarlo, al mismo tiempo, que escribía la carta abierta a la Junta Militar, antes del primer aniversario del golpe.

Según otro detenido, Martín Gras, había un intento de “capturarlo vivo” a Walsh ya que los militares lo consideraban “una presa de inteligencia importante”. Él cuenta que para algunos oficiales de inteligencia de la ESMA “era como una leyenda”. Lo llamaban “el fantasma Walsh”. Decían que “caminaba disfrazado de cura por las calles de la ciudad para evitar los controles”.

Es de público conocimiento que Walsh, el 25 de marzo de 1977, sufrió varios impactos de bala en el tórax, en la esquina de San Juan y Entre Ríos, en el barrio de Constitución, por parte de un grupo de tareas que rondaban las 30 personas y que le provocaron la muerte inmediata. La historia ya deja de ser tan conocida, cuando lo cargan en un auto para trasladarlo a la ESMA.

La última vez que Gras lo vio fue ese viernes 25 de marzo de 1977. «Desnudo de la cintura para arriba reconozco a Rodolfo; me parece ver un par de impactos de bala en la zona del pecho, y es llevado precipitadamente con voces de mando, gritos y un estado de gran excitación hacia la enfermería”. Su testimonio en el juicio oral por los crímenes de la ESMA.

En el veredicto dictado en 2011 en el segundo Juicio ESMA por el Tribunal Oral 5° quedó probado que Walsh fue asesinado por el Grupo de Tareas (GT) 3.3.2. de la ESMA, un hecho por el que fueron condenados, entre otros, Alfredo Astiz y Jorge «El Tigre» Acosta. Lo que figuraba como «desaparición», pasó a llamarse «homicidio». y es una de las pruebas que da inicio a un rastro que hasta el día de hoy tiene final abierto.

La pregunta que hace que la historia se vuelva presente es ¿qué pasó con los restos de Walsh? ¿Dónde están?

Su hija Patricia Walsh, querellante en las causas ESMA dos y tres -en los cuales se juzgaron a personas por el asesinato de Walsh, el robo de sus bienes y lo que hicieron con su cuerpo- me dice:

Los testimonios afirman que los cuerpos se quemaban y eran enterrados en un campo de deportes que queda detrás de la ESMA. Estos testimonios surgieron en los juicios anteriores y vuelven a salir a la luz en este juicio tres.

Se trata del predio «Cabo Primero Ernesto del Monte» que las Fuerzas Armadas poseen en el barrio de Núñez. Allí hace años que se realiza un torneo deportivo del que participan los miembros de las FFAA. A partir de la sentencia del tercer Juicio de la ESMA, el Tribunal Oral y Federal Nº 5, a cargo del juez Torres, se pidió «preservar la prueba» del campo de deportes «Cabo I Ernesto del Monte» sobre la Av. Lugones, detrás del Casino de Oficiales, por ser un espacio que varios testigos señalaron como un lugar donde podría haber restos de desaparecidos, entre ellos los de Rodolfo Walsh, según denuncia su hija.

— Los vuelos de la muerte solían ser los miércoles. Pero mi padre llega a la ESMA un viernes. Los cuerpos se los sacaba por la parte trasera del predio, atravesaban las calles que separaban lo que hoy es el sitio de memoria del campo de deportes y se llevaba al lugar, donde había una gran parrilla que había sido fabricado en la herrería de la ESMA. Se llevaba también combustible y cubiertas en desuso que se pedían en el sector automotores, que estaba a cargo de un civil que era Torres de Tolosa, que es juzgado en este juicio. Los genocidas lo llamaban el asadito.

Equipo Argentino de Antropología Forense

Al día siguiente de hablar con su hija, me comunico con el Equipo Argentino de Antropología Forense y uno de sus miembros me explica:

— Ya se realizaron algunas prospecciones al campo y que es un terreno difícil ya que fue rellenado varias veces, que hasta tiene restos de cuando se asfaltaron las avenidas, y que hasta el momento no se pudo determinar si allí hay restos. Pero que se deben continuar los trabajos.

Otra fuente judicial me dice que la causa “campo de deportes” está abierta, que se sigue avanzando y que hay más familias involucradas. “Ese podría ser además el lugar donde se enterró el cuerpo de Raimundo Villaflor, protagonista del libro de Walsh «¿Quién mató a Rosendo?», según el reclamo de Walsh.

— Hace poco detuvimos una obra. Ya habían ido con todas las excavadoras para poner un cartel publicitario. Pero los detuvimos ya que ese espacio no debe seguir siendo alterado. Estamos cansados ya de insistir para que se avance -dice su hija.

Papeles inesperados

En el veredicto dictado en 2011 en el segundo Juicio ESMA por el Tribunal Oral 5° se les imputó al grupo de tareas, comandado por el “Tigre” Acosta, por el delito de «robo con armas, en lugar poblado y en banda», en perjuicio de los bienes de Walsh. Cuando en marzo del 1977 el periodista fue capturado, llevaba la pistola, un reloj Omega y un maletín con la cédula de identidad a nombre de Norberto Pedro Freyre -que había usado en la investigación de los fusilamientos de José León Suárez-, un boleto de compra venta de su casa en San Vicente y las copias de la Carta Abierta.

Con esos datos, luego los militares ingresaron en su vivienda de San Vicente y se adueñaron de todas sus pertenencias, que fueron depositadas en el llamado «Pañón» de la ESMA, donde se acumulaban los bienes de las víctimas. Entre esos papeles, se encontraba «Juan se iba por el río».

—De este último cuento inédito no hay copia. La búsqueda continúa. Ese cuento no está irremediablemente perdido. Salvo la familia y los que somos querellantes en el juicio ESMA nadie lo está buscando- reclama la hija de Walsh- Ese cuento sale de la ESMA. Es llevado, junto a mucha información, a Zapiola y Jaramillo, donde funcionaba una supuesta oficina. En realidad, era una propiedad que pertenecía al genocida Jorge Radice. Existe un testimonio de una detenida desaparecida que dice que allí vio ese cuento. Hace poco hubo una inspección ocular ordenada por el tribunal que entiende en la causa pero no se encontró. La información que yo tengo es que ese cuento vuelve a salir de ahí y ahí se pierde el rastro. 

Durante el juicio de la ESMA, la hija de Walsh le pidió en la cara a los represores que le devolvieran estos papeles de su padre.

— Ese texto lo que hay que hacer es buscarlo con la confianza de que lo voy a encontrar porque no me imagino a Walsh buscando el cadáver de Evita diciendo no la encontraremos…


El ex Casino de Oficiales hoy es un Sitio de Memoria que permanece como prueba material en el proceso de Justicia por los crímenes de lesa humanidad. Forma parte del Museo Sitio de Memoria ESMA (Av. Del Libertador 8151 / 8571, Núñez, Caba).

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