A 111 años del nacimiento de Simone de Beauvoir, una de las pensadoras más influyentes del siglo XX, les brindamos una serie de motivos por las que deberían acceder a sus obras. Una de ellas, “El Segundo Sexo”, considerada un manual de referencia en la historia del feminismo.
«El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente», decía Simone de Beauvoir. Y esa reflexión trascendería a través de los años para convertirse en una de las frases más citadas. Es que, una de las máximas pensadoras del siglo XX, regaló herramientas para repensar sobre diferentes temáticas que interpelaban a la sociedad. Principalmente, el rol que se le ha dado a las mujeres en la vida cotidiana.
Escritora, profesora y filósofa francesa fue una fiel feminista defensora de los derechos humanos. Escribió novelas, ensayos y biografías sobre temas sociales, políticos y filosóficos. Su obra “El segundo sexo” se considera fundamental en la historia del feminismo. Pero ¿por qué otras características no deberíamos dejar de leer sus escritos? A 111 años de su nacimiento, ¿por qué se vuelve imprescindible su lectura?
1. Maestra feminista
Hablar de feminismo en el siglo XX es hablar de Simone de Beauvoir. Su vida y obra están estrechamente ligadas a la de este movimiento. La escritora logró reivindicar el reconocimiento de las capacidades y derechos de las mujeres, que tradicionalmente habían estado reservados para los hombres. A través de su libro “El segundo sexo”, publicado en 1949, reflexionó sobre los diversos arquetipos femeninos según el rol de la mujer y criticó la opresión a la que es sometida la mujer por parte del sexo masculino y por cómo está organizada la sociedad.
2. Promotora de la crítica
La pensadora francesa poseía una gran profundidad de análisis, sus planteamientos, estudios e ideologías han servido de base para repensar lo cotidiano y la sociedad en la que viven las personas. Sus contribuciones la convierten en una de las figuras más importantes de la historia.
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3. Defensora de la libertad e independencia
Beauvoir sostuvo que la lucha para la emancipación de la mujer tenía un problema principal: el económico. ‘Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa’, afirmó la escritora. Reflexiones sobre la libertad de las personas aparecieron en las novelas La sangre de los otros (1944) y Los Mandarines (1954).
4. Arquitecta de las letras
Memorias de una joven formal es una de sus obras en la que se refleja sus primeros años de vida y el nacimiento de su vocación por la lectura y escritura. Este libro es una autobiografía de la escritora publicado en 1958 que muestra un relato sobre cómo fue crecer en una familia religiosa que estaba preparándola para ser la mujer que “debía ser”. Con todo, poco a poco, la niña que fue Beauvoir nos cuenta quién fue, pero también, y sobre todo, la época en la que vivió, en sus aspectos sociales, culturales y políticos.
5. Obras que no envejecen
La mujer rota es un libro compuesto por tres relatos en los que habla del matrimonio, la maternidad, la crisis de la vejez y el miedo al cambio. Esta obra es un espejo muy claro de la sociedad. Tanto la que vivió la escritora francesa, como la actual. Todos esos temas, incluyendo la dependencia emocional, la supuesta perfección de la maternidad y la incertidumbre, son temas que siguen afectando a las mujeres y de los que se puede seguir hablando y reflexionando hoy en día.