Gaza: Cese de los bombardeos, pero miles de vidas truncadas

Dos semanas después del inicio de los ataques hacia Gaza, el Primer Ministro israelí aceptó la propuesta de un alto al fuego ofrecida por Egipto. A pesar de esto, los ataques llevados a cabo por Israel han dejado muchos niños y niñas sin padres ni hermanos, padres que han perdido a sus hijos/as y muchas familias que han perdido sus hogares.


Las bombas no entienden de injusticias. No entienden de edad, de sueños ni de expectativas.

232 palestinos/as. 12 israelíes. 65 menores. 39 mujeres. Este es el balance de fallecidos que dejan los más de 11 días de bombardeos en Gaza.

Desde este lado del mundo parecen solamente cifras, pero no lo son, son vidas. Vidas de personas que, a pesar de ser víctimas de la ocupación y bloqueo por parte del estado de Israel desde hace más de 14 años, tienen y tenían sentimientos, expectativas y, por qué no, también sueños.

Nadie, solamente el pueblo palestino, puede imaginar lo que significa tener que empezar de cero tantas veces. Nadie puede entender lo que ha costado construir la vida que muchas personas, con mucho esfuerzo y sufrimiento, han tenido que construir durante todos estos años. Muchas de ellas perdidas en los últimos 11 días.

Y es que nacer en una u otra parte del mundo resulta determinante. Marca tu destino y tu vida. Definitivamente, hay vidas que valen menos que otras.

Seikh Jarrah, el principio de todo

Todo empieza en el barrio de Sheik Jarrah, en Jerusalén Este, donde los colonos israelís entran el pasado 10 de mayo para apropiarse a la fuerza de los hogares de ocho familias palestinas, obedeciendo al permiso de las cortes israelíes.

La represión hacia las familias palestinas que todavía resistían en este barrio, no obstante, viene de lejos: Desde la ocupación israelí de Jerusalén este, en 1967, el estado de Israel se ha esforzado por mantener una proporción del 70:30 entre judíos y árabes en el territorio, algo que se ha traducido en políticas de marginalización y revocación de derechos contra la población de origen palestino.

Las movilizaciones – inicialmente pacíficas – que prosiguen a este hecho, desembocaron en una intensificación de la represión israelí que fue in crescendo, hasta culminar en el asalto a la mezquita de Al Aqsa por parte de la policía israelí, el 10 de mayo de 2021, coincidiendo con la marcha que conmemoraba la ocupación israelí de la parte oriental de Jerusalén.

No es anecdótico que la mezquita de Al Aqsa sea el tercer lugar más sagrado para el islam, así como tampoco lo es el hecho de que esto haya sucedido en plena celebración del Ramadán, la festividad más respetada y celebrada entre la población musulmana.

Ante estos hechos, Hamás – que gobierna en la Franja de Gaza – lanza un ultimátum a Israel exigiéndole que retire los agentes de la mezquita, a lo que Netanyahu hace caso omiso y culmina en Hamás lanzando cohetes dirección Jerusalén. A partir de aquí, el Primer Ministro israelí se escuda en la premisa de contraatacar y “alcanzar a los milicianos de Hamás por todas partes”, registrando un total de 11 días de bombardeos hacia la población civil, día y noche, sin distinción de ningún tipo.*

Resistir o sobrevivir

Desde occidente se ha romantizado la resistencia palestina y se ha utilizado como ejemplo de fortaleza y dignidad en muchas ocasiones. En debates públicos, simposios, ruedas de prensa, libros, artículos periodísticos y de investigación, y desde el activismo. Sin embargo, no es el hecho de resistir lo que hace a un pueblo más digno de admiración y respeto. Resistir en muchas ocasiones no es una opción, sobre todo si te va la vida en ello. El derecho a la vida debería ser motivo suficiente para la defensa de los pueblos, especialmente de aquellos que se ven obligados a huir y que no saben dónde cobijarse.

Y los/as palestinos/as no quieren resistir, simplemente quieren sobrevivir.

Precisamente con el pretexto de difundir este mensaje nace la campaña “No quiero resistir”, de UNRWA España, un conjunto de historias sobre testimonios reales de personas palestinas que viven bajo la ocupación israelí.

UNRWA es la Agencia de las Naciones Unidas que se dedica a ofrecer asistencia y ayuda humanitaria para la población refugiada de Palestina en Siria, Jordania, Líbano, Cisjordania y Gaza. El desamparo por parte del estado de Israel y la situación de “cárcel al aire libre” en la que se encuentra la Franja de Gaza – declarada en 2020 por las Naciones Unidas como “lugar inhabitable” –, convierten a las organizaciones internacionales en el único sustento y esperanza de vida para la población refugiada de Palestina.

Raquel Martí, su representante en España, en unas declaraciones ofrecidas a Radio Televisión Española, reclama la necesidad urgente de introducir ayuda humanitaria en Gaza, ya sea a través de alimentos, medicamentos y, por supuesto, material de protección frente al COVID-19.

Para ello, UNRWA España ha abierto su portal de donaciones soygaza.com, con el objetivo de recaudar y enviar ayuda inmediata al territorio, como mantas o kits de higiene, así como proporcionar atención sanitaria de emergencia y apoyo psicosocial.

Además, a fecha 20 de mayo, 59 escuelas de UNRWA en el territorio Palestino ocupado acogieron a 56.827 personas desplazadas a causa de los ataques aéreos israelís.

Sumate a nuetros talleres. Más info: tallerescronicos@gmail.com

Alto al fuego

Prácticamente dos semanas después del inicio de los ataques hacia Gaza, el Primer Ministro israelí – después de varios llamamientos reclamando el cese de los bombardeos y la permisividad de la entrada de ayuda humanitaria por parte de la ONU y de Estados Unidos – ha aceptado la propuesta de un alto al fuego ofrecida por Egipto.

Sin embargo, el contexto de hostilidad y ataques perpetuados por Israel ha dejado un balance, no solamente de muertes y pérdida de hogares, sino de vidas enteras que se han visto truncadas. De niños y niñas sin padres ni hermanos, de padres que han perdido a sus hijos/as y multitud de secuelas psicológicas, de por vida.

Mientras, el mundo mira de nuevo hacia otro lado.

Fotos: Gentileza de UNRWA

*Nota de la autora: Los hechos relatados en este artículo se han procurado narrar con la máxima veracidad. No obstante, resulta difícil realizar la descripción de un contexto con tanta complejidad histórica, ideológica y política como es la ocupación israelí del estado palestino.

Trash es el primer documental interactivo sobre residuos en Argentina, dirigido por Agustina Grasso.

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