¿Sabías que en Argentina, aún hoy en día hay hombres que violan, torturan y matan a niñas y mujeres indígenas? A esa práctica, estas personas la bautizaron como “chineo. Conocé sobre este crimen que perdura hasta estos días.
El día que Laura cumplía 15 años, su mamá le había preparado una torta para esperarla y darle la sorpresa. Pero ese día, además de no llegar, le robaron su inocencia: la secuestraron de su comunidad y la llevaron a Jujuy con el fin de prostituirla. Pero logró escapar gracias a una ayudante de esas personas que también había sido raptada de su comunidad.
“Creí que estaba en la casa de un familiar, pero no era así”, relata su mamá. “Desde allí ella tuvo miedo, nunca más va a estar tranquila”.
Ella pide justicia y paz por su hija. “Que se termine esto que es del diablo. Porque así decían nuestros ancestros: “ajatay” es el diablo, que son los criollos”.
Este es uno de los testimonios proporcionados por las hermanas del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir y que forma parte de su campaña #BastaDeChineo. Los nombres de las niñas son ficticios para resguardar su identidad.
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¿Qué es el chineo?
La palabra chineo no surge del pensamiento ancestral indígena. Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, explican que el término chineo le pertenece “al opresor, al invasor, al criollo violador” y que es una palabra que tiene “una carga racista, colonial, misógina y genocida”.
– Es una palabra que no es propia de las comunidades, es una palabra impuesta por el blanco. La palabra chineo siempre estuvo entre los hijos de los terratenientes, la usan como “vamos a ir de chinas” o “vamos a chinear”. Es como que se van de caza- cuenta a Escritura Crónica María Romero, mujer de la nación Charrúa, pueblo Jaguar del territorio de Entre Ríos.
Según María dice es una palabra que “los hombres blancos usan para llamar a la mujer del mestizo, del indio, del gaucho”. Pero aclara que aunque digan que lo dicen “con cariño”, es una forma despectiva de llamar a las mujeres de los pueblos originarios.
– A la mujer del gaucho vulgarmente se le llama “la chinita”, porque por lo general las mujeres de los gauchos son descendientes de los pueblos originarios y entonces por tener los ojos achinados se le llama así- relata-. Pero en realidad es una palabra que es despótica, usada no con cariño, sino para dejarnos mal.
¿Dónde se comete este crimen?
En la provincia de Chaco, Santiago del Estero, Jujuy, Formosa, Salta, Catamarca son las zonas en que más se llevan a cabo estas violaciones. Sin embargo, María está segura que, aunque con otro nombre u otras maneras, el chineo sucede en otros lugares de América del Sur.
– Allí en el norte todavía es tremendo como se da la práctica, se sigue haciendo, se sigue abusando de nuestras niñas, jóvenes y adultas- dice María-. Todavía la práctica de chineo está vigente, aunque la quieran negar, ocultar y darle palabras más dulces. No deja de ser una violación y un crimen de odio.
Campaña #BastaDeChineo
La Campaña #BastaDeChineo es una iniciativa de mujeres autoconvocadas de las 36 Naciones originarias que forman parte del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir. En octubre del 2019, durante once días de resistencia y de ocupación pacífica del Ministerio del Interior, denunciaron este crimen.
Luego, la campaña fue realizada en Esquel el 10 de febrero del 2020, durante la primera Marcha de Pueblos contra el Terricidio. Desde su cosmovisión, las mujeres no conciben la separación de sus cuerpas de sus territorios. Y es por eso que así como defienden sus territorios del ecocidio, defienden a sus mujeres y niñas, buscando dar fin a la práctica aberrante que es el chineo.
– Acá en Argentina, lo que intentamos hacer con esta campaña es que llegue a la Justicia, con una pena más grande y grave, como lo es el delito en sí, porque el chineo es un crimen de odio- explica María.- Entonces que tenga esa pena, como crimen de odio, no como un crimen más o una violación más, sino como un crimen de racismo y odio hacia las mujeres de nuestras comunidades y los pueblos originarios.
Desde el Movimiento, explican que esta campaña tiene cinco puntos centrales que son urgentes de visibilizar. En su manifiesto, ellas exigen que el chineo:
1- Se declare crimen de odio.
2- Hacer saber que no es una práctica cultural: es una práctica colonial sistemática.
3- Se lo declare como imprescriptible.
4- Se responsabilice e inhabilite a trabajar en territorios indígenas a empresas que tengan entre sus empleados a machos violadores.
5- Se responsabilice, inhabilite y se dé baja deshonrosa a policías, gendarmes y/o militares que violen mujeres indígenas.
El chineo es infanticidio. Es un crimen que atenta contra los cuerpos-territorios de las mujeres y niñas, contra la vida comunitaria y contra las funciones ceremoniales sagradas. Y ellas exigen su abolición en búsqueda de justicia para sus ancestras, mujeres, hijas y nietas.
– A mi madre también le habrán dicho china, porque ella se crió en el campo, en las estancias, y hay gente que decía chinita- recuerda María.
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Irupé tenía 7 años. Jugaba a ser doctora y además, soñaba con ser cantante. Sin embargo, tres personas que se hacían ver “de buena familia”, le robaron sus sueños y le implantaron un gran dolor que hasta el día de hoy perdura.
“Dos hombres blancos la violaron y una mujer era cómplice, quien la amenazaba que si hablaba, mataba a su familia”, cuenta su madre. “La humillaba, la hacía sentir nada. Le decía que se lo tenía merecido porque era igual que su madre”.
“No más sueños rotos por culpa de los blancos. No más sonrisas borradas de las niñas y los niños. Basta de chineo”, ruega ella.
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