Argentina asumió el compromiso de ser carbono neutral al 2050. Esto quiere decir que deberíamos reducir drásticamente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y compensar el remanente. Las principales fuentes nacionales de generación de GEI, causa principal del cambio climático, provienen justamente de la energía que consumimos. Sin embargo, aún no hay lineamientos claros. Argentina aún sin un plan de transición energética .
Si bien el gobierno nacional presentó ,en las últimas conferencias de Naciones Unidas, sus compromisos de reducción de GEI al 2030 y al 2050, mediante la NDC y la ELP respectivamente, seguimos sin tener en claro cuál será la política energética en los próximos años al no contar con un Plan de Transición Energética.
En diciembre del año pasado, la Secretaria de Energía , Flavia Royo, anunció: “estamos prontamente a presentar nuestro plan de transición energética”. A su vez, el 11 de mayo la Secretaría de Energía lanzó una encuesta abierta al público en general a modo de “participación”. Se trata de un formulario diseñado desde la Subsecretaría de Planeamiento Energético a los fines de ser una herramienta consultiva para conocer las diferentes preferencias y percepciones de la ciudadanía sobre los segmentos de generación, producción, distribución y consumo de energía.
La encuesta dista mucho de ser un espacio de participación real, concreto y calificado, esperemos que sólo se trate del primer paso de un proceso de participación integral.
¿Cómo es la matriz energética de Argentina y qué alternativas se están barajando?
La matriz energética nacional se encuentra ampliamente dominada por los hidrocarburos que, en conjunto, representan el 85% del total, encabezada por el gas natural, seguida por el petróleo y una participación poco significativa del carbón.
Entre las energías llamadas limpias, la hidráulica alcanza el 3,7%, la nuclear 3,9% y las renovables no convencionales 1,5% (fundamentalmente de origen eólico).Entre los biocombustibles líquidos, los aceites vegetales tienen una participación del 1,5% y los alcoholes vegetales el 0,6% .
Argentina aún sin un plan de transición energética.
El rol del gas
Antes de que Argentina anunciara el compromiso internacional de ser carbono neutral al 2050. En octubre del 2021, mediante la resolución 1036/2021, el Ministerio de Economía había definido los lineamientos para un Plan de Transición Energética al 2030. En el mismo, se planteó la intensificación de la extracción de combustibles fósiles (principalmente el gas) como uno de los objetivos centrales para reducir las emisiones de GEI a 2030, en clara contradicción con las recomendaciones científicas y quitándole importancia a las energías renovables.
El gas es concebido por el gobierno nacional como un combustible puente en la transición,dada su supuesta menor intensidad de emisiones frente al carbón. No solo para Argentina sino también para contribuir a la transición energética de otros países, gracias a la exportación del gas natural extraído en las cuencas onshore y offshore.
Este razonamiento tiene varios puntos cuestionables a considerar
- Dada la velocidad con la que las emisiones de GEI deben ser reducidas para cumplir las metas climáticas. No es recomendable seguir incentivando la extracción de ningún combustible fósil y menos de la forma más riesgosa (explotación offshore).
- La reducción de costos de las renovables nos obliga a replantearnos la necesidad de utilizar el gas como puente a la transición.
- El gas requiere de millonarias inversiones en infraestructura, altamente subsidiadas por todos nosotros. Sumado a estar en un contexto internacional encaminado al retiro progresivo de los combustibles fósiles, podrían quedar completamente inutilizadas en unos pocos años.
- Además, diversos estudios demuestran que los gasoductos cuentan con fugas de metano que podrían indicar que el gas no sea menos contaminante que otros hidrocarburos ( ver los casos del gasoducto Asia Central-China y gasoductos Nord Stream).
¿ Y el Hidrógeno verde?
Mientras tanto, el hidrógeno verde, que podía ser visto como una interesante alternativa para el país a largo plazo, parece estar perdiendo fuerza. El diciembre de 2021, durante la COP26 de Cambio Climatico, el presidente Alberto Fernandez anunció que la empresa Fortescue realizaria una inversion de US$ 8.400 millones para una planta de hidrogeno en Río Negro. Pero luego de ello no hubo ningún avance concreto para que este proyecto efectivamente desembarque en el país. Pareciera que la empresa australiana estaría avanzando con esta iniciativa en Brasil. Justamente por la falta de certeza sobre el rumbo energético de Argentina y una ley que lo regule.
¿Y ahora qué?
Para poder avanzar en un Plan de Transición Energética necesitamos contar con información por parte del Estado Nacional. La Secretaría de Energía debe informar cómo vienen avanzando en ese plan que dicen que presentarán prontamente y a su vez que generen espacios de participación pública reales, concretos y de calidad para su conformación. No se puede conformar un plan, que definirá la política energética del país en al menos los próximos 30 años, a espalda de la gente.
Son múltiples los puntos sobre los cuales se podrían encontrar consenso entre los diversos sectores:
- Reducir los costos estatales en materia de subsidios y transporte de energía.
- Ahorrar divisas.
- Aliviar el impacto del aumento de las tarifas energéticas sobre la población más vulnerable.
- Asegurar el autoabastecimiento y la soberanía energética.
- Promover la industria y las cadenas de valor locales, generar puestos de trabajo de calidad.
- Iniciar una transición hacia un modelo energético más confiable, robusto y sostenible.
Pero para lograrlo se requiere generar espacios sinceros y honestos de diálogo, liderados por la autoridad a cargo de realizar el Plan de Transición Energética, es decir la Secretaría de Energía de la Nación.
Argentina aún sin un plan de transición energética es un artículo publicado por la Alianza entre Escritura Crónica y la ONG Sustentabilidad Sin Fronteras