Es de público conocimiento que los abusos en los consultorios ginecológicos siempre existieron. Pero en la actualidad las personas que asisten a las consultas y sufren de están situaciones están alzando la voz y realizando las denuncias. Por eso, resulta fundamental acceder a información previa a la visita médica para saber en qué consiste cada procedimiento y así poder detectar prácticas de abuso de parte de profesionales. Conocé más sobre el protocolo en atención ginecológica en esta nota.
Diferentes organizaciones aseguran que conocer previo a la visita médica en qué consiste cada procedimiento sería importante para prevenir situaciones de abuso sexual por parte de profesionales.
La detención del ginecólogo Diego Javier Clementi, procesado por el abuso sexual de seis mujeres en su consultorio y con un total de 16 denuncias judiciales en su contra, puso en agenda un reclamo importante: poner en marcha la utilización de un protocolo de atención ginecológica.
Es que, acceder a esta información previa a la visita médica para saber en qué consiste cada procedimiento y poder elegir entre las opciones disponibles sería importante para prevenir situaciones de abuso sexual por parte de profesionales.
Si bien es de público conocimiento que los abusos en los consultorios siempre existieron, en la actualidad las personas que asisten a las consultas y sufren de están situaciones están alzando la voz y realizando las denuncias. Ante este panorama, el Estado debería dar una respuesta. Por lo pronto, organizaciones realizan recomendaciones:
Consultas respetadas
La cuenta de Instagram @hastacadoc de víctimas de abusos sexuales en la consulta con el doctor Clementi advierten “nos organizamos para que se haga justicia”. “Tenemos derecho a no sufrir descalificaciones, humillaciones ni diversas expresiones de violencia en ningún consultorio médico de índole pública y privada», expresaron.
En este marco, desde la organización enumeran: «No está bien si te pidan que te desnudes si esto no tiene que ver con el motivo de tu consulta, si quieren realizarte tactos o tocamientos inapropiados dado el motivo de tu consulta, que te hagan sentir vulnerada tu intimidad, que te realicen procedimientos que te causen intencionalmente dolor».
“Red Flags” en consultas
Ipas Latinoamérica, una organización que trabaja por la autonomía reproductiva de las mujeres en cuatro continentes también produjo una serie de recomendaciones en caso de que, en algún momento, un profesional de la salud realiza un procedimiento que incomoda.“En caso de atravesar estas situaciones, existen alertas».
Los denominados «red flags»en una cita ginecológica son: «que insista en hacerte un examen pélvico siendo menor de edad sin justificarlo», «no use guantes», «no te explique lo que hará o no te consulta antes de realizar un procedimiento» o «haga comentarios sexuales provocativos, lo mismo que si juzga tus prácticas sexuales».
Violencia ginecológica = violencia de género
La sede europea de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) publicó en junio del año pasado el informe ‘Violencia ginecológica y obstétrica: una forma de violencia de género’ en el que brindó definiciones que permiten contextualizar la problemática.
En el documento, sostiene que “el tratamiento de las mujeres en los entornos sanitarios está profundamente arraigado en las normas de género, sociales y culturales» y que «en algunos casos, su consentimiento es coaccionado a través de obligarlas a firmar formularios que no entienden o sin previa información proporcionada».
«La violencia ginecológica y obstétrica es posible gracias a un desequilibrio de poder entre los médicos y sus pacientes, lo que contribuye a una cultura de violaciones de los derechos humanos», dice el informe de IPPF que tiene presencia en 142 países con distintos programas e iniciativas que garantizan el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y ha apoyado proyectos en Argentina.
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