En las últimas semanas, los incendios forestales en diversas provincias argentinas, como Córdoba y Santiago del Estero, despertaron la preocupación de expertos, activistas y la sociedad en general. Sin embargo, detrás de estas tragedias no solo se encuentran las condiciones climáticas adversas, sino una compleja trama de intereses económicos, desfinanciamiento de leyes ambientales y falta de políticas efectivas de prevención.
Incendios forestales en Argentina: quién está detrás del fuego. Argentina enfrenta una emergencia ambiental con más de 70.000 hectáreas quemadas solo en Córdoba, y hace años que la situación es igual de crítica en otras provincias. ¿Qué estamos haciendo para enfrentar esta crisis? Organismos ambientales y sociales exigen la declaración de Emergencia Nacional y un plan efectivo de prevención de incendios.
Corte de presupuestos clave
En lo que va del año, hubo una reducción de fondos. Según el Monitor Ambiental de FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales), en los primeros seis meses del año no se utilizó el Fondo de Presupuesto Mínimo para la Protección de Bosque Nativo, un recurso clave para mitigar los efectos de los incendios y promover políticas de conservación. Además, el presupuesto asignado a la Ley de Bosques y la Ley de Manejo del Fuego disminuyeron drásticamente en comparación con años anteriores.
Estos recortes presupuestarios contrastan con la gravedad de los incendios y las declaraciones del Ejecutivo, tanto a nivel provincial como nacional. La falta de acción efectiva, sumada a la detención de personas encontradas in fraganti provocando los fuegos, apunta a una gestión deficiente en materia ambiental. Las autoridades parecen haber reducido la prioridad del combate al fuego, mientras sectores económicos se benefician de los desmontes.
El rol del desarrollo inmobiliario y la expansión agropecuaria
En Córdoba, un 98% de los incendios son provocados por actividades humanas, muchas de ellas intencionales, según informa Daniel Díaz Romero, periodista cordobés especializado en la temática, el Hilo Verde Streaming. Romero explicó que entre los principales factores destacan el desarrollo inmobiliario y el avance de la frontera agropecuaria, especialmente por parte de grandes empresarios ganaderos. Estos incendios, que buscan despejar tierras para rebrotes de pasturas, suelen descontrolarse y generan pérdidas devastadoras para el medioambiente.
El avance del sector agropecuario sobre las sierras y las zonas protegidas de Córdoba es constante, con una deforestación alarmante. Un estudio de la Universidad Nacional de Córdoba reveló que entre 1987 y 2018 se quemó el 58% de la superficie de la provincia. Pese a estas cifras, las condenas por incendios intencionales son mínimas, y en muchos casos, excarcelables.
Romero asegura que la complicidad entre las Sociedades Rurales y los Estados es la que lleva a esta situación, sobre todo de parte de la familia Becerra.
Santiago del Estero: desmontes ilegales y el caso Manaos
En Santiago del Estero, el problema del desmonte también está vinculado a grandes intereses privados. Greenpeace viene denunciando hace tiempo que la familia Canido, dueña de la conocida marca de gaseosas Manaos. La familia es beneficiada con autorizaciones para desmontar zonas protegidas bajo la Ley de Bosques. Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace detalló en Hilo Verde que estos desmontes, destinados a la ganadería bajo el pretexto de un manejo ganadero «sustentable», ya afectaron 12.000 hectáreas de bosque, una superficie equivalente a media ciudad de Buenos Aires.
Según Giardini, la complicidad del gobierno provincial es evidente, al permitir estas prácticas ilegales. Las comunidades campesinas locales denunciaron cómo, de un día para otro, grandes extensiones de tierra fueron tomadas para estos proyectos, destruyendo los ecosistemas y afectando a las poblaciones que dependen del bosque.
Incendios forestales en Argentina: quién está detrás del fuego
El panorama es alarmante. Córdoba, por ejemplo, ya perdió ya el 97% de sus bosques nativos, y solo un 3% permanece en buen estado de conservación. Estas cifras dejan en evidencia la falta de políticas de protección efectivas y la inacción del Estado frente a las demandas de sectores que buscan expandir sus fronteras productivas.
Las omisiones y el desfinanciamiento por parte de los gobiernos provinciales y nacionales, sumado a la presión de intereses económicos, configuran un escenario en el que los incendios no son una simple consecuencia del cambio climático. Sino el resultado de una red de complicidades que debe ser desmantelada si se pretende salvar lo que queda de los bosques argentinos. ¿Lograremos hacer un click y realmente ponerle fin a esta situación?
Incendios forestales en Argentina: quién está detrás del fuego